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La década de 2020 apunta a ser una de las más importantes en la historia reciente de la exploración del Universo y, en concreto, del Sistema Solar. Es cierto que ya pasó, en general, la era de las grandes misiones y las agencias espaciales optan por proyectos de escala y costes menores, pero con ambiciones científicas de gran calado.
Eso no impide que, de cara a los próximos diez años, no vaya a haber nueve misiones espaciales muy importantes para ampliar los conocimientos sobre el origen y la evolución del Universo y sobre otros objetos del Sistema Solar interior. Y también va a ser una década crucial para los programas tripulados de agencias como la NASA.
¿Una misión que lleva casi 40 años en el espacio es una de las más importantes de la próxima década? La resistencia que han demostrado las sondas Voyager es ya toda una proeza, que podrían ampliar aún más si se confirma que están fuera de la heliosfera (la zona de influencia del Sol) y han entrado en el espacio interestelar. Se calcula que ambos satélites podrían tener energía para comunicarse con la Tierra hasta, con suerte, 2025, lo que quiere decir que enviarían los primeros datos obtenidos in situ del espacio entre las estrellas.

Voyager
Fuente: NASA

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Objetivo: Asteroide Bennu
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Lanzamiento: Septiembre de 2016
La NASA lanzará este otoño una sonda hacia el asteroide Bennu, uno de los objetos en el Sistema Solar interior cuya órbita podría llevarle a un rumbo de colisión con la Tierra, en el siglo XXII. OSIRIS-REx no sólo ofrecerá nuevos datos sobre la órbita de Bennu y realizará un mapa de su superficie, sino que también tomará muestras de ella y las enviará de vuelta a la Tierra. El asteroide, de tipo carbonáceo, está cubierto por regolito, que los científicos creen que puede albergar los restos fósiles más antiguos del origen del Sistema Solar y, también, los precursores moleculares de la vida en nuestro planeta.
IOSIRIS-REx
Fuente: NASA/Univ. of Arizona/Lockheed Martin

OSIRIS-REx
CHEOPS
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Objetivo: Búsqueda de planetas extrasolares
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Lanzamiento: 2018
La caracterización más completa posible de exoplanetas que puedan poseer las condiciones necesarias para albergar vida es el objetivo de CHEOPS, misión de la ESA que, más que descubrir nuevos sistemas planetarios, va a fijarse en las estrellas brillantes de las que ya se sabe que tienen planetas a su alrededor. A través de fotometría de alta precisión, el satélite utilizará el método del tránsito para encontrar nuevos planetas y obtener toda la información posible sobre ellos.
CHEOPS
ESA/C. Carreau

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Objetivo: Estudio del Universo en infrarrojo
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Lanzamiento: Octubre de 2018
El heredero del telescopio espacial Hubble es el James Webb, un observatorio en infrarrojo con un espejo primario de 6,5 metros de diámetro y que, en lugar de orbitar la Tierra, se situará a 1,5 millones de kilómetros de distancia, en el punto de Lagrange L2. Además de complementar las observaciones ya hechas por el Hubble, JWST se dedicará a estudiar los procesos de formación de galaxias, estrellas y del propio Universo, y también buscará nuevos planetas extrasolares.
Telescopio espacial James Webb
Fuente: NASA/MSFC/David Higginbotham/Emmett Given

TELESCOPIO ESPACIAL JAMES WEBB
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